Existe en la actualidad una discusión sobre la distribución actual del oso andino, especialmente en sus extremos norte y sur. La presencia de oso andino en Panamá en la frontera con Colombia ha sido reportada por varios autores basándose en la mayoría de los casos en información anecdótica de avistamientos. Sin embargo, hasta la fecha no tenemos una información precisa de presencia y uso de hábitat en alguna localidad en particular.
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Utilizando la metodología de levantamiento de senderos naturales, se levantaron un total de 25 km . de senderos, encontrándose solamente indicios de señales de garras en cuatro árboles. En Venezuela, Colombia, Ecuador y Bolivia, utilizando la misma metodología encontramos entre 6 y 60 señales de actividad de oso andino por Km. de sendero recorrido. La frecuencia y el tipo de señales encontradas en cada sendero dependerá del uso que los osos realicen del mismo.
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En áreas con presencia de oso andino independientemente de la frecuencia y tipo de señales que encontramos en los senderos, siempre encontramos varios tipos de señales tales como comederos, huellas, marca-remarca, garras, etc. En el caso de Serranía de Pirre, solamente encontramos un tipo de señal de presencia, señales de garra en árboles. Comparado con las otras señales, las marcas de garra en los árboles son las señales de más larga duración, pudiendo observarse después de años de haber sido realizadas.
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La frecuencia y el tipo de señales de presencia encontrados en la Serranía de Pirre pudieran ser evidencia de una ocasional y esporádica presencia de oso andino en el área o de un error en la identificación de las señales de garra como señales de oso andino. Independientemente de cual de estas dos alternativas es cierta, lo que queda claro es que en la Serranía de Pirre en Panamá no encontramos evidencias de una población residente de osos andinos.
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Este trabajo hubiera sido imposible sin la colaboración de de la Sociedad Mastozoologíca de Panamá (SOMASPA), la colaboración y hospitalidad de Ancon Expeditions of Panamá, quien amablemente nos recibió y atendió en los campamentos de Cana y Cerro Pirre, y los conocimientos del sitio, su historia y fauna de Hernán Araúz, Emilio Cuñapa, José Díaz, Norberto Murillo y Faustino Gómez. Queremos agradecer a su vez al Servicio de Parques Nacionales de Panamá por permitirnos trabajar en el Parque Nacional Darién.
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